Iniciamos con una cita de Andy Grove, autor del libro: Only the Paranoid Survive.
«Un punto de inflexión estratégico es un tiempo en la vida de un negocio donde sus fundamentos están a punto de cambiar. Ese cambio puede significar una oportunidad para erigirse a nuevas alturas.
Pero, también puede ser una señal del principio del fin. El problema fue que, no solo no nos dimos cuenta de que las reglas habían cambiado -lo peor- es que no sabíamos cuáles eran las reglas que hoy en día debíamos aplicar.
Cuando estas atrapado en la turbulencia de un punto de inflexión estratégico, la realidad es que el instinto y el juicio es lo único que tienes para guiarte en el camino«.
Si vemos el gráfico y lo comparamos en el momento en el que nos encontramos en términos de conciencia, desarrollo, y adopción sobre plataformas de Inteligencia Empresarial, llamémosle «modernas» por su capacidad de conglomerar variedad de servicios interconectados, dejando al usuario la libertad de asumir el control de sus respuestas sin detrimento de la calidad del dato y su gobernanza.
Surge la siguiente pregunta:
¿A dónde nos encontramos?
La respuesta, supone el plazo de la vida útil que los modelos analíticos podrían llegar a tener. Cómo es bien sabido, una gran cantidad de soluciones de BI mueren, simplemente porque no tienen la capacidad de tumbar los antiguos paradigmas, y los procesos mentales de múltiples personas en compañías con esquemas de pensamiento analítico muy arraigados.
Es decir, sin amenaza aparente sobre lo que hoy en día podemos lograr; se rechaza el cambio y se mantiene el estatus quo.
Por esa razón, si un modelo no ofrece algo lo suficientemente potente para considerar cambiar; el cambio no será aceptado y mucho menos dejado atrás nuestra manera de ver las cosas.
Y, lo más importante, la variable que en muchos casos se omite (porque las entregas son estrictas; pero adaptarnos a las nuevas herramientas no) sigue siendo el tiempo. El tiempo bajo un continuo éxito en lo que supone mejorar la calidad de vida de los demás, sería la mayor ventaja competitiva que tenemos para alcanzar el punto de inflexión estratégico en los modelos analíticos en los que estamos estrechamente involucrados.
La gráfica en la publicación está muy «guapa» 😁👌 y los siguiente, le diste en el punto exacto:
«Cómo es bien sabido, una gran cantidad de soluciones de BI mueren, simplemente porque no tienen la capacidad de tumbar los antiguos paradigmas, y los procesos mentales de multiples personas en compañías con esquemas de pensamiento analítico muy arraigados.»
¡La gran guerra invisible!
Considero que una de las claves para que una empresa interiorice una cultura del dato, es fomentar una mentalidad ‘data-driven’. Esto desde el liderazgo (lo que no es fácil), capacitando a los equipos continuamente en el uso y hacerles ver el valor que esos datos tienen y con ellos, mostrar resultados tangibles que demuestren cómo el BI mejora los resultados y eficiencia operativa de la empresa. Sin esto y sin un compromiso organizacional y la alineación entre estrategia y datos, el BI seguirá siendo una herramienta sub utilizada y no asimilada.
Cabe destacar que, esto depende mucho del desarrollador BI y en su capacidad de mostrar el valor que este enfoque tiene.
Sobre este tema, hay mucha tela que cortar, ya que recientemente me encontré con un nuevo concepto llamado «Data First «. Y qué significa esto: que un enfoque que prioriza los datos permite a las empresas obtener información útil a partir de la IA y el aprendizaje automático. Aquí hay otro actor a considerar: la IA.
Insisto, hay mucha tela que cortar sobre este tema.