Para los más experimentados, la mente ha sido la principal barrera para frenar los cambios. La ampliamente promulgada «transformación digital» inentendible por muchos, y adoptada solo por quienes cuentan con el liderazgo y posicionamiento dentro de las organizaciones pueden dar fe de lo complejo que es cambiar las conductas de los grupos.
En este artículo, quiero compartirles algunas reflexiones donde las alternativas para visualizar datos a través de las interacciones humano-computador van separando cada vez más a quienes buscan mejorar su proceso mental de toma de decisiones, y quienes prefieren la sencillez y efectividad a costas de volverse; en ciertas ocasiones en algo insuficiente.
Acompáñenme.
Recuérdalo: es la mente
Una de las dinámicas más interesantes como seres humanos proviene de nuestra actitud ante lo nuevo. Aquello que «podría llegar a ser», esa promesa de hacer lo mismo con el menor desgaste posible; una idea de no esforzarnos lo suficiente porque en un mundo convulsivo es preferible hacer menos que más. La entrada y masificación de la Inteligencia Artificial como complemento o sustituto de nuestro quehacer profesional nos está dando un abreboca de lo que se vislumbra en el camino para algunos de nosotros.
Si comprendemos que nuestra mente es la responsable de aceptar o rechazar los cambios; en consecuencia, todo lo que sea catalogado como «enemigo» es puesto en tela de juicio.
Y, en la visualización de datos, enfocándonos al espacio organizacional o empresarial sucede a menudo.
Por un lado, tenemos herramientas que tienen la capacidad de agrupar en un mismo espacio una cantidad importante de información, y por el otro, tenemos a nuestra mente viéndose abrumada ante tantos elementos, llámese gráficos u objetos visuales para los menos conocedores del tema.
Cualquier persona, aun siendo experimentada en visualización de datos, al ver el gráfico anterior va a necesitar de una explicación para dejar de «intuir lo que esta viendo» sino para entender y llevar a su mente a la certeza, diciendo: ahora si lo comprendo.
Primero, porque nada está definido a discreción por su autor Imran Haq sino que está siendo desarrollado (es un bosquejo) adoptando un estándar llamado: IBCS (International Business Communication Standards) es decir, cada elemento tiene un por qué; y si usted lo desconoce, lo más probable es que la mente lo intente desechar (abstracción implica aprender y aceptar cambios requiere de estudios).
La interrogante que deberá responderse no es, si es o no lo correcto utilizar este tipo de estándar en las comunicaciones analíticas. Es identificar si de verdad, las distintas alternativas que tenemos para visualizar datos podrán ser aprovechadas de una forma equilibrada en la organización.
La cultura analítica de los grupos –para no decir organizaciones que termina siendo lo mismo– define ese tipo de acercamiento ante lo «nuevo» y lo conocido.
Por pereza a aprender cosas nuevas, miedo y posibles desequilibrios en algo tan critico como representar datos que tendrían impacto en decisiones importantes; en muchos casos decimos ipso facto: no.
Cuando es necesario ser complejo
No recuerdo si fue Alberto Cairo quien lo dijo (me disculpo por la imprecisión, pero no quería dejarlo al aire); pero fue algo así:
«En la visualización de datos no todo puede explicarse por sí mismo«.
Y, eso te pone a pensar porque en la complejidad existen muchas oportunidades de agrupar en un mismo espacio algo que contempla multiples eventos. Por otro lado, en la sencillez tienes la capacidad de abrir el abanico de opciones para hacerte entender por la mayoría.
Entonces: ¿En qué quedamos?
Educar para aprender a leer un gráfico, digamos, «complejo» o mantenernos en lo simple, efectivo, pero a veces insuficiente.
Es una decisión que irá acorde de la cultura analítica de cada organización.
Volvemos al comienzo: ¿Puedes comprender sin explicación previa lo que esta sucediendo?
Para mí es difícil; pero Carlos Barboza y Claudio Trombini se unieron para representar de manera nativa (sin visuales personalizados) eventos con temporalidad en una serie de tiempo para determinar tendencias o correlaciones.
La complejidad requiere de estudio, explicación para una posible «adopción». De lo contrario la mente irá a lo más inmediato, lo conocido o menos traumático para ser comprendido.
Liderazgo y capacidad de implementar cambios
A veces, lo único que se necesita es identificar a la persona que tiene el liderazgo y la capacidad de implementar cambios para promover estas alternativas de visualizar datos.
En otras, es un caso perdido; créanme no habrá manera de cambiarlos y tampoco es el objetivo –cada uno rema a su propio ritmo- porque son mentes que no están abonadas, no ven más allá de los beneficios en su mente «algo que de por sí es abstracto de identificar»; pero si entienden de complejidad en los cálculos, ahorro en dinero, tiempo y automatización por nombrar otros más tangibles.
Nuestros cantos de sirena🧜♀️ lo que callamos los consultores, analistas y especialistas en visualización de datos ante la renuencia de lo nuevo por parte de algunos clientes y usuarios finales, tiende a aceptarse que, solo es cuestión de tiempo para algunos y para otros solamente será a partir de fuerzas «externas» que se encargaran de hacer lo necesario para irse abriendo poco a poco a lo que nos dará una mejor visión sobre nuestros datos.
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Agradecerte José por lo valiosa información que compartes en cada publicación del blog e igualmente en el podcast.
Visitas obligatorias 😊, éxitos!!
Saludos desde República Dominicana! 🇩🇴
¡Me alegra que sea de utilidad!