Saltar al contenido

Las Ciencias Sociales y la Inteligencia Empresarial Moderna

Si hace diez (10) años, cuando me gradué en la universidad, alguien me hubiese dicho que me convertiría en un consultor/instructor sobre plataformas de analítica de datos; de verdad me hubiese sentido, por lo menos confundido; para no decir desilusionado.

En aquel entonces, la mente estaba siendo cultivada para formar a un gerente, a una persona que pudiese comprender los vaivenes del mundo en el que se mueven las empresas, lo preciso de las matemáticas en las finanzas y, con el apoyo irrestricto de una comprensión del mercado.

Las lecturas eran sobre Kotler, Drucker, Kaplan y Norton (allí se veía un Balanced Scorecard muy abstracto en sus textos), Lovelock y Mintzberg; al final, todo aquello que sirviese como nutriente de lo complejo, dinámico y variable que es dirigir una empresa.

En mi mente, lo técnico era para quienes trabajaban con informatica o ingenierías aplicadas. La mente no asociaba, más allá de utilizar Excel para tabular datos, y luego discernir sobre los hallazgos que, nosotros –quienes provenimos de las humanidades– podíamos involucrarnos en areas donde nuestros conocimientos fuesen parte del engranaje analítico.

Control de gestión

Pasaron los años, y llegue a trabajar en una clínica donde diariamente recopilaba (manualmente, sacando copias de un cuaderno), los detalles de las operaciones diarias; llámese cirugías ambulatorias o aquellas que requerían de hospitalización. Tambien, aprovechaba datos de fuentes primarias que provenían de un ERP; pero en general era un proceso repetitivo, manual y viéndolo en retrospectiva sería considerado de bajo valor.

Sin embargo, para aquel entonces, trabajar en Excel y presentar datos en Power Point se veía muy bien. De hecho, lograba el objetivo de mi gestion y, proveía de información estratégica desde una posición Staff para la Gerencia General y la Junta Directiva.

Pensar en Plataformas de Inteligencia Empresarial ya era avaricia (como el meme).

No obstante, recuerdo que intentaba mezclar lo humano y, matizar los resultados entre la complejidad de la gestion clínica. Porque en realidad, la prestación de servicios de salud es uno de los de mayor variabilidad, como diría Deming: «mientras menor variabilidad haya, mayor será la calidad». Todo un tema que resonó en mi mente, y lo fui enlazando al Marketing de Servicios, y el Revenue Management para ver hasta qué punto se podían optimizar los procesos con las personas y la tecnología disponible.

Al final, renuncié al poco tiempo, no duré allí más de tres (3) años, dándome cuenta de que si quería vivir la vida que llevo hoy en día; tenía que irme (doliéndome porque de verdad lo disfrute al máximo).

Atando cabos

Llegamos al año 2016, desempleado, pero estudiando como si no hubiese mañana y con el país yéndose por un barranco. Mientras más elevada era la hiperinflación en años posteriores, más estudiaba –el país se fue a la mierda; yo no– era el mantra para mantener el buen ánimo.

Con mis primeros clientes logre alcanzar acuerdos para diseñar desde cero modelos analíticos trabajando en equipo con profesionales de las tecnologías de información.

Mi rol era enlazar las necesidades de los departamentos involucrados, alinear la visión de la gerencia general sobre lo que debía responderse, y alcanzarlo (en el modelo analítico) sin limitar su escalabilidad posterior. Reuniones de personas de diferentes mundos que; por lo general no son tan cercanos como se piensa.

Allí, la formación humana hizo acto de presencia.

La visión que se tiene de una compañía para quien estudia Administración de Empresas, le permite viajar a planetas donde lo técnico es el idioma. Pero, deberá disponer de un interlocutor que traduzca, y alinee los recursos para aprovechar desde un punto de vista holístico las bondades que tienen sus habitantes.

Si reflexionamos, podríamos considerar que hoy en día lo más crítico es la previsión. La capacidad de identificar un problema por sus aspectos técnicos (quiero mantener el Query Folding en Power Query, pero seguir realizando transformaciones que no tienen su equivalente en SQL), y aquellas no escritas, siendo las más difíciles por la propia cultura analítica de la organización.

Lograr responder sin la necesidad de estrellarse con la pared es invaluable.

En lo técnico es relativamente fácil con la experiencia y el conocimiento. Sin embargo, en lo humano es un caldo de cultivo para problemas que nacen, y se mantienen en la mente.

Eso, mi estimado/a lector no lo provee ni la mejor inteligencia artificial.

Transición de contexto

Al igual que en DAX, lleve a cabo un cambio/transición de mis intereses. Pase de leer sobre temas que tenían que verse desde diversos ángulos, y tropicalizado a nuestras latitudes (mismos seres humanos, pero distintos modos de hacer las cosas), por uno muy preciso. Desde lenguajes de programación, prácticas y fundamentos que rigen el comportamiento de modelos analíticos.

Cambiar cuesta mucho cuando hemos construido una red de decisiones que diariamente depende de ello.

Ese recordatorio es el que permite leer el aire sobre las barreras que nos enfrentaremos ante la aversión al cambio. Si cambiar en lo personal es todo un reto, imagínese educar, sustituir o reemplazar procesos muy arraigados en las organizaciones.

El mayor obstáculo para implementar una solución de Inteligencia Empresarial Moderna es la mente; no es el dinero ni los programas.

Lo que sucede es lo siguiente: si sabes que tu futuro depende del cambio; lo haces. En el plano organizacional ocurre lo mismo, pero es muy difícil de hilar e identificar el impacto de no adoptar lo nuevo en el ámbito analítico.

Quizás ustedes vean o sientan lo mismo que yo; las actualizaciones y cambios en los programas/plataformas van mucho más rápido que nuestra mente y los procesos internos de las organizaciones. Apenas nos estamos acostumbrando, cuando al poco tiempo sale algo nuevo, mejor y más eficiente.

«Lo único que no cambia es el cambio» Heráclito.

Proceso de toma de decisiones

Cerramos con Mintzberg, donde hace algunos años presento un modelo de toma de decisiones de tres (3) vertientes:

  1. Primero pensamos: diagnosticar > diseñar > decidir > hacer (deductivamente)
  2. Ver primero: lo veo -obtener insights- > acción (deductiva)
  3. Hacer primero: actuar > pensar (iterativamente)

En el mundo de las organizaciones, comentaba que lo más probable era que nos inclinásemos a la primera (primero pensamos, y luego decidimos). No obstante, el punto de quiebre es cuando pregunta algo más personal: ¿Cómo decidiste que era tu pareja ideal?

Por lo general –exceptuando culturas donde el matrimonio es concertado– no es un proceso ordenado. Del 1ero, quizás, saltemos al 2do, y dejemos que el corazón haga lo suyo.

Igual sucede en la mente de quienes dirigen, y tienen responsabilidad ante otros. No todos podrán ver los beneficios latentes de la Inteligencia Empresarial Moderna; no porque no lo quieran entender, sino porque no se encuentra alineado al proceso interno -mental- de como deciden los próximos actos de su gestion.

La antítesis de la Cultura Data-Driven.

¿Y qué crees?

Es lo común, así que mientras solo veamos el cambio como sustituir un programa por otro; olvidando la cultura analítica de una organización; quizás, estes en dirección a un iceberg en el viaje inaugural.

Fotografía de portada: @davidclode

2 comentarios en «Las Ciencias Sociales y la Inteligencia Empresarial Moderna»

  1. Muy buen episodio!! Quería preguntarte, qué libros recomiendas sobre cultura analítica, inteligencia empresarial? Un abrazo desde España!

    1. José Rafael Escalante

      Hola Javier, gracias, muy amable. Sobre libros relacionados a la Inteligencia Empresarial, pues, dependerá del area de acción. Si hablamos sobre Power BI puedes indagar en autores que explican sus lenguajes, por ejemplo, Russo o Ferrari en DAX. Para los efectos de técnicas de modelado dimensional, Kimball es inevitable, y así sucesivamente de acuerdo con el rol que vayas a ejecutar. En relación con la cultura analítica, hasta ahora no he comprado libros estrictamente sobre el tema, más que unir los postulados de mis autores preferidos. Para darte una idea, Mintzberg ha redactado variedad de artículos y libros sobre modelos de toma de decisiones y estructuras organizacionales. Otro autor que desdobla la dirección estratégica y su filosofía es Bruno Jarrosson. Tambien, no está demás combinar otros intereses; ahorita estoy leyendo «El Infinito en un Junco» de Irene Vallejo. A veces, no sabes de donde salen las conexiones para comprender mejor lo que mueve a las personas.

      Y, por último, vivir la experiencia, hablar con las personas, acercarse y entender sus problemas o miedos. Desde afuera como consultor ves con otra óptica las cosas, y podrás darte una idea o imagen del dragon que tendrás que enfrentar.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *