Entender, aprender y dominar

Tenía la intención de cerrar el año 2021 con un post técnico; pero después de germinar otras ideas, preferí realizar una revisión de mi proceso de asimilar nuevos conocimientos.

Aquí, te voy a compartir mi visión al momento de decidir qué debo entender, aprender o dominar.

Entender

Superficial, suficiente para caer en cuenta de algo «oculto» hasta los momentos.

Entender implica rasguñar una idea, un concepto que se intenta aplicar posteriormente. No necesariamente deberá ser profundizado, pero si establecer su aplicación para concatenarlo con otros procesos. Normalmente, confundimos entender con aprender, y, quizás, se debe a nuestra noción impaciente de mejorar sin darnos cuenta de que, entre ambas existe una brecha importante.

Los conocimientos que se buscan entender corresponden a la mayoría. Por ejemplo, al desarrollar un modelo analítico de grado empresarial, existen variedad de elementos o características por separado que se toman en cuenta; esto sugiere un mínimo de comprensión de su impacto, pero no obliga a profundizarlos uno a uno.

Las razones son infinitas, desde la propia variabilidad de cada cliente, requerimiento o nivel de exigencia. Hasta intereses intrínsecos de cada uno de nosotros en dedicarle tiempo a una característica en específico.

Aprender

Reflexionar, frustrarse y vivir.

Aprender toma tiempo; bueno, para la mayoría de nosotros (hay personas superdotadas). Requiere de aplicación, práctica y empeño para comprender las interrelaciones con su entorno. Es el mayor engaño a nuestra mente que siempre intenta irse a lo más fácil y rápido. Para aprender, primero se derriban las paredes de la abstracción, la frustración del no avanzar tan rápido como queremos y, de la fortaleza mental de seguir adelante cuando no existen fuentes disponibles para corroborar o «dar luz» de nuestro proceso.

Un ejemplo revelador es DAX. De todas sus funciones, existe un grupo que son obligatorias aprenderlas; sin excusas. Las demás pueden pasarse de largo para dejarlas en el baúl de «posibles» según convenga el escenario. Y, caer en cuenta de la necesidad de aprenderlas, no solo reside en la importancia técnica, sino de nuestra experiencia humana en ser más eficientes cada día.

Dominar

Anticiparse, soñar, cénit.

Cuando buscamos algo incansablemente, el tiempo se desdobla. Al dominar un tema, no solo vemos un problema, una sintaxis o una visualización en el plano actual; sino que viajamos constantemente entre el pasado, presente y futuro.

Seguir puliendo, y afilando la navaja mental de lograr un resultado con el menor desgaste posible es uno de sus síntomas. En ocasiones, comprendemos que aún dominando un area o tema, tenemos que darle «tiempo al tiempo» para reflexionar sobre el mejor camino a elegir.

Dominar es selectivo. Es imposible lograr un nivel de expertise elevado en todo lo que se nos pase por el frente; pero tenemos como profesionales la libertad de decidir, cómo y cuándo tenemos que dar el salto.

Fotografía de portada: Pila de libros cubiertos